De los pesimistas a los positivos

Los pesimistas y los positivos nos diferenciamos en la forma de enfrentar al mundo, sin embargo compartimos la visión de éste, de la sensación que nos queda al ver como funciona todo . En el fondo ambos estamos conscientes de estar viviendo en una realidad que no es fácil, es bruta, ruda, injusta, imprecisa y por sobre todo ostil, lo que hace que no esperemos nada de él. Y en este estado de desesperanza surge la postura, la metodología para sobrevivir.

Ambos nos encontramos en los extremos, pero al mismo tiempo en el mismo lado. En el lugar contrario del inconciente del que vive y pisa en este mundo creyendo que sólo es como debe ser ¿por qué cuestionárselo?, ¿para qué tomar alguna postura si ya esta todo dado? No me molesta que existan seres así, es tan sólo que no puedo entenderlos.

¿Cuándo deje de ser positiva para convertirme en pesimista? No lo sé, pero sospecho que tan sólo fue un disfraz que use un tiempo, que de tanto desapego, de tanta frustración no quedaba más que recibir con el mejor de los ánimos lo que fuera, lo que llegaba, que ya daba lo mismo. Algo, ya era algo.

Lo que sorprende ahora es que ellos y nosotros, nos transformemos en un nosotros que lo hace estar unos centímetros menos solos, que el mal de muchos sea consuelo de pocos.